Electricidad en el laboratorio
Los requerimientos de los sistemas eléctricos de un laboratorio corresponden a un centro de producción donde operan máquinas con características muy particulares. Para abordar esta cuestión en cada proyecto es preciso disponer de un conocimiento extenso de las técnicas a desarrollar y apoyo por parte de la ingeniería.
La naturaleza de laboratorio, ya sea biológica, física, química o de otra índole, implica el uso de un aparataje -máquinas en definitiva- que condiciona enormemente los mencionados requerimientos eléctricos.
De modo general, en todos los laboratorios hay que tener muy en cuenta la corriente reactiva, la estabilización del voltaje, los sistemas de alimentación ininterrumpida y las fuentes de energía de caso de falta de suministro. Pero para cada tipo de laboratorio según naturaleza de su actividad hay que poner énfasis en aspectos específicos. Para uno químico es estrictamente necesario compaginar la potencia demandada y la distribución de las fases para poder soportar los amperios requeridos. Para uno biológico se requiere suministro de electricidad monofásica. En uno físico hay que prestar atención a diversos voltajes que requiere la instalación y en la corriente reactiva.